Un viaje de 12 días por Marruecos desde Casablanca es la manera perfecta de conocer la diversidad y la belleza de este país fascinante. Desde la moderna Casablanca hasta las montañas del Atlas, pasando por el desierto dorado del Sahara y las ciudades imperiales, vivirás una experiencia que mezcla historia, cultura, naturaleza y hospitalidad. Dormirás bajo las estrellas, pasearás en camello por las dunas de Merzouga, recorrerás los zocos de Fez y Marrakech, y sentirás el aire fresco del Atlántico en Essaouira. Es un recorrido completo y equilibrado, pensado para quienes desean descubrir el alma auténtica de Marruecos.
Desde Casablanca
8:00 AM
Visita las ciudades imperiales: Rabat, Meknes, Fez y Marrakech.
Vive la magia del Sahara con paseo en camello y noche en campamento bereber.
Descubre el encanto azul de Chefchaouen.
Cruza el Alto Atlas y admira el Ksar Ait Ben Haddou.
Relájate junto al mar en Essaouira.
A tu llegada al aeropuerto internacional de Casablanca, nuestro equipo te dará una cálida bienvenida. Dependiendo de la hora de tu vuelo, comenzaremos con una visita panorámica de la ciudad moderna: el elegante bulevar de la Corniche, los barrios residenciales frente al mar y, por supuesto, la imponente Mezquita Hassan II, una de las más grandes del mundo, construida parcialmente sobre el océano Atlántico. Su minarete de 210 metros domina el horizonte y representa la mezcla perfecta entre tradición y modernidad. Cena libre y descanso en el hotel después de un día de introducción a Marruecos.
Después del desayuno, partiremos hacia Rabat, la capital administrativa y una de las cuatro ciudades imperiales del país. En Rabat, la atmósfera es elegante y tranquila, con amplias avenidas bordeadas de palmeras y jardines. Visitaremos la Torre Hassan, símbolo inacabado del sueño de un sultán; el Mausoleo de Mohammed V, joya del arte tradicional marroquí; y la Kasbah de los Oudayas, un barrio blanco y azul con callejones encantadores que ofrecen vistas panorámicas al Atlántico.
Luego seguiremos la costa hasta Asilah, una pequeña ciudad amurallada de alma artística. Su medina, pintada de blanco y azul, alberga murales que cambian cada año con el festival de arte local. Aquí se respira tranquilidad, olor a mar y el encanto del Marruecos costero. Cena libre y noche en Asilah.
Por la mañana nos dirigiremos a Tánger, puerta entre África y Europa. Esta ciudad cosmopolita, antigua zona internacional, ha inspirado a artistas y escritores durante siglos. Pasearemos por su antigua medina, por el Cabo Espartel, donde se unen el mar Mediterráneo y el Atlántico, y por las míticas Cuevas de Hércules, envueltas en leyendas.
Después del almuerzo, partiremos hacia las montañas del Rif, serpenteando por paisajes verdes y valles profundos hasta llegar a Chefchaouen, conocida como “la ciudad azul”. Cada rincón de su medina parece sacado de un sueño: paredes pintadas en tonos celestes, puertas de madera tallada, flores que adornan las escaleras y una atmósfera de paz. Es el lugar perfecto para relajarse y dejarse llevar por el encanto de Marruecos. Cena libre y noche en un riad tradicional.
Tras un desayuno tranquilo con vistas a las montañas, pondremos rumbo hacia el sitio arqueológico romano de Volubilis, donde aún se conservan mosaicos, templos y columnas que evocan la grandeza del Imperio Romano en África. Pasear entre las ruinas es como viajar atrás en el tiempo.
Continuaremos hacia Meknes, ciudad imperial fundada por el sultán Moulay Ismail, conocida por su monumental Puerta Bab Mansour, las murallas y las antiguas caballerizas reales. Por la tarde llegaremos a Fez, la ciudad espiritual más antigua del país, donde el tiempo parece haberse detenido. Noche en riad dentro o cerca de la medina.
Hoy dedicaremos todo el día a explorar Fez el-Bali, la medina más antigua y mejor conservada del mundo árabe. Acompañados por un guía local, caminaremos por sus callejones laberínticos llenos de historia. Veremos la Medersa Bou Inania, la Universidad Al Quaraouiyine —una de las más antiguas del planeta— y las curtidurías de Chouara, donde aún se tiñen las pieles con métodos tradicionales.
Escucharás el sonido de los artesanos, el llamado a la oración, el murmullo de los comerciantes y el aroma de las especias que flotan en el aire. Fez es una ciudad que se vive con los cinco sentidos. Cena libre y noche en el riad.
Hoy comienza la aventura hacia el sur del país, donde el paisaje cambia radicalmente. Atravesaremos las montañas del Medio Atlas, pasando por Ifrane, conocida como “la Suiza marroquí” por su limpieza y estilo alpino, y por Azrou, un encantador pueblo bereber rodeado de bosques de cedros donde viven los monos del Atlas.
El camino continúa hacia Midelt, una zona de transición entre montañas y desierto. Tras almorzar, nos adentraremos en el Valle del Ziz, donde el verde de las palmeras contrasta con el ocre de las montañas. Finalmente llegaremos a Merzouga, la puerta del desierto. Aquí nos esperarán los dromedarios para iniciar una travesía por las dunas doradas de Erg Chebbi.
El atardecer en el desierto es un momento mágico: el silencio absoluto, la luz dorada y la inmensidad del horizonte crean una sensación de paz profunda. Cena y noche bajo las estrellas en un campamento bereber.
Despierta temprano para contemplar el amanecer sobre las dunas, uno de los espectáculos naturales más bellos del mundo. Después del desayuno, exploraremos la región en 4×4, visitando una familia nómada que vive en el desierto y conociendo sus tradiciones.
Continuaremos hacia Khamlia, un pequeño pueblo habitado por descendientes de esclavos sudaneses, famoso por su música gnawa, hipnótica y espiritual. Luego visitaremos el lago de Merzouga (en temporada) y disfrutaremos de la tranquilidad del desierto. Tarde libre para relajarte o caminar por las dunas. Cena y noche en un riad tradicional al borde del desierto.
Tras el desayuno, saldremos hacia Rissani, donde aún se celebra uno de los zocos más auténticos del sur, lleno de colores, especias y vida local.
Más tarde nos dirigiremos hacia las Gargantas del Todra, un cañón imponente con paredes de más de 300 metros de altura. Es un lugar ideal para los amantes de la naturaleza y la fotografía. Después continuaremos hasta el Valle del Dades, un paisaje formado por kasbahs, oasis y montañas erosionadas con formas caprichosas. Cena y noche en un hotel encantador con vistas al valle.
Después del desayuno, seguiremos por la famosa Ruta de las Mil Kasbahs, donde el tiempo parece haberse detenido. Pasaremos por el oasis de Skoura, repleto de palmerales y antiguas fortalezas de adobe, y llegaremos a Ouarzazate, conocida como “la puerta del desierto” y famosa por sus estudios de cine, donde se rodaron películas como Gladiator o Lawrence de Arabia.
A pocos kilómetros se encuentra el espectacular Ksar de Ait Ben Haddou, Patrimonio Mundial de la UNESCO, un ejemplo único de arquitectura tradicional bereber. Tras la visita, cruzaremos el Alto Atlas por el puerto de Tizi n’Tichka, el más alto del país, disfrutando de un paisaje de montañas, valles y aldeas bereberes. Llegada a Marrakech al final del día.
Día completo dedicado a la visita guiada de Marrakech, la ciudad roja. Comenzaremos con la Mezquita Koutoubia, símbolo de la ciudad, seguida del Palacio Bahía, joya de la arquitectura marroquí. Visitaremos las Tumbas Saadíes y los zocos de la medina, donde el bullicio, los colores y los aromas te envolverán.
Por la tarde, tiempo libre para disfrutar del ambiente mágico de la Plaza Jemaa el-Fna, un lugar único donde se mezclan músicos, encantadores de serpientes, narradores y puestos de comida tradicional. Cena libre y noche en Marrakech.
Después del desayuno, salida hacia la ciudad costera de Essaouira, una de las más encantadoras de Marruecos. En el camino atravesaremos campos de argán, donde podrás ver las famosas cabras que trepan los árboles.
Essaouira te conquistará con su medina blanca y azul, sus murallas portuguesas, su puerto pesquero y su ambiente relajado de artistas. Podrás disfrutar de mariscos frescos junto al mar o pasear por la playa al atardecer. Cena libre y noche en Essaouira.
Desayuno tranquilo y regreso a Casablanca por la costa atlántica. Parada en El Jadida, antigua ciudad fortificada portuguesa donde destaca su impresionante cisterna subterránea.
Llegada a Casablanca por la tarde. Tiempo libre para descansar o realizar las últimas compras antes del traslado al aeropuerto. Fin del viaje y despedida con recuerdos inolvidables del Reino de Marruecos.
