Tour de 5 Días desde Marrakech al Desierto de Merzouga

Nuestro viaje comienza temprano en la mágica ciudad de Marrakech. Donde el murmullo de los zocos y el aroma de las especias se despiden lentamente mientras tomamos la carretera hacia el sur. Pronto, el paisaje urbano da paso a las majestuosas montañas del Alto Atlas. Que se elevan como un muro natural entre la costa y el desierto. El camino asciende serpenteando por el puerto de Tizi n’Tichka (2260 m). Ofreciendo panorámicas espectaculares de valles verdes. Pueblos bereberes colgando de las laderas y terrazas cultivadas que parecen bordadas en las montañas.

A lo largo del recorrido, haremos varias paradas para disfrutar de las vistas y conocer talleres de aceite de argán gestionados por cooperativas locales. Luego, continuamos hasta la legendaria Kasbah de Ait Ben Haddou. Un conjunto fortificado de adobe declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Sus torres almenadas y pasillos laberínticos han sido escenario de películas como Gladiator, Lawrence de Arabia o Juego de Tronos. Pasear entre sus muros es como viajar en el tiempo, hacia la época de las antiguas caravanas que cruzaban el Sahara cargadas de oro y especias.

Tras el almuerzo en Ouarzazate. Conocida como “la Puerta del Desierto”. Seguimos hacia el Valle del Dades, pasando por el encantador Valle de las Rosas. Famoso por su festival y por los aromas que perfuman el aire cada primavera. El paisaje se vuelve cada vez más impresionante hasta llegar a las gargantas del Dades. Donde las formaciones rocosas adoptan formas caprichosas conocidas como “los dedos de mono”. Cena y alojamiento en un riad tradicional con vistas al valle.

Después de un desayuno con vistas al amanecer sobre las montañas. Partimos hacia las impresionantes Gargantas del Todra. Una maravilla natural esculpida por el río durante milenios. Las paredes verticales, de más de 300 metros de altura. Crean un paisaje grandioso donde los colores cambian con la luz del día. Es un lugar perfecto para caminar. Tomar fotografías y sentir la inmensidad de la naturaleza en su estado más puro.

Continuamos el viaje atravesando pueblos rurales. Palmerales y antiguas kasbahs de adobe hasta llegar a Erfoud, la “ciudad de los fósiles”. Donde el desierto comienza a anunciar su presencia. Desde aquí, el camino nos lleva hacia Merzouga. La puerta del Sahara, donde las dunas del Erg Chebbi emergen en el horizonte como un océano dorado.

Por la tarde, cambiaremos el coche por dromedarios para iniciar una travesía inolvidable por las dunas. El silencio del desierto, el viento suave y el cielo teñido de naranja al atardecer crean una atmósfera mágica imposible de olvidar. Al llegar al campamento bereber, serás recibido con un té de bienvenida y una cálida sonrisa. Después de la cena tradicional, el fuego se enciende y los tambores marcan el ritmo de la noche bajo un cielo estrellado. Dormir en una jaima nómada, rodeado por el infinito, es una de esas experiencias que dejan huella para siempre.

El amanecer en el Sahara es un espectáculo que corta la respiración. Las dunas se tiñen de oro mientras el sol asoma lentamente por el horizonte. Después del desayuno, saldremos en un 4×4 para explorar el entorno del Erg Chebbi, descubriendo el modo de vida de los nómadas que aún habitan en el desierto. Visitaremos sus tiendas, aprenderemos sobre su cultura y compartiremos un té con ellos, una muestra genuina de la hospitalidad sahariana.

Continuaremos hacia el pueblo de Khamlia, habitado por descendientes de tribus originarias de África subsahariana. Aquí disfrutaremos de la música gnawa, una tradición espiritual de ritmos hipnóticos y cantos ancestrales que conectan con el alma del desierto. Más tarde, nos dirigiremos al oasis de Merzouga, un rincón verde en medio del árido paisaje, y exploraremos antiguas minas de fósiles y rutas de caravanas olvidadas.

Por la tarde, regreso al alojamiento y tiempo libre para disfrutar de la calma del desierto o de un paseo por las dunas al atardecer. Cena y alojamiento en un riad del desierto, con todo el confort y encanto local.

Después de un delicioso desayuno, partiremos hacia Rissani, antigua capital del Tafilalet y punto clave de las rutas caravaneras que cruzaban el Sahara. Su zoco tradicional es uno de los más auténticos de Marruecos: un laberinto de aromas, colores y sonidos donde los comerciantes intercambian dátiles, alfombras y artesanía local.

Seguimos la ruta hacia el majestuoso Valle del Drâa, el palmeral más grande de Marruecos, que se extiende por más de 200 km entre kasbahs, oasis y pueblos de adobe. El contraste entre el verde intenso de las palmeras y los tonos ocres del desierto crea un paisaje de una belleza sobrecogedora. Realizaremos paradas fotográficas y disfrutaremos de la tranquilidad del valle antes de llegar a Ouarzazate, donde descansaremos en un riad o hotel con encanto. Cena y alojamiento.

Tras el desayuno, visitaremos opcionalmente la Kasbah Taourirt, antigua residencia del pachá de Marrakech, una fortaleza de adobe con una arquitectura impresionante que refleja la historia de la región. También se puede visitar los Estudios de Cine Atlas, donde se han rodado películas como Gladiator, Kundun o El Reino de los Cielos.

A continuación, emprendemos el regreso hacia Marrakech, cruzando de nuevo las montañas del Alto Atlas. Durante el trayecto, realizaremos varias paradas panorámicas para admirar los paisajes y los pueblos bereberes que se funden con las montañas. Llegada a Marrakech por la tarde, con tiempo para pasear por la medina o relajarse tras una aventura inolvidable que combina cultura, naturaleza y emoción. Fin de nuestros servicios.