14 días desde Casablanca

Bienvenidos a Marruecos. A tu llegada al aeropuerto internacional de Casablanca, nuestro equipo te recibirá con hospitalidad marroquí y te trasladará a tu hotel. Casablanca es la capital económica del país, una metrópoli moderna que combina tradición y modernidad.
Si el horario lo permite, visitarás la majestuosa Mezquita Hassan II, una de las más grandes del mundo islámico, construida parcialmente sobre el océano Atlántico. Su minarete de 210 metros se eleva sobre el horizonte, símbolo de la unión entre fe y modernidad. Después podrás pasear por la Corniche de Ain Diab, frente al mar, donde los cafés, restaurantes y el sonido de las olas marcan el ritmo de la vida local. Cena libre y noche en Casablanca.

Después del desayuno, salida hacia Rabat, capital política y administrativa de Marruecos, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Aquí visitarás los lugares más emblemáticos: el Mausoleo de Mohammed V, joya del arte tradicional marroquí; la Torre Hassan, minarete inacabado del siglo XII; y la Kasbah de los Oudayas, un barrio de calles blancas y azules que domina la desembocadura del río Bouregreg.
Después de almorzar, seguiremos por la carretera costera hasta Asilah, una encantadora ciudad amurallada frente al Atlántico. Su medina, pequeña y silenciosa, es un museo al aire libre decorado con murales pintados por artistas locales. Caminar por Asilah al atardecer, entre calles blancas, flores y brisa marina, es una experiencia poética. Cena libre y noche en Asilah.

Hoy continuaremos hacia Tánger, una ciudad vibrante situada en el punto donde se encuentran el mar Mediterráneo y el océano Atlántico. Tánger ha sido fuente de inspiración para escritores y artistas de todo el mundo por su atmósfera cosmopolita y misteriosa.
Visitaremos el Cabo Espartel, desde donde se puede ver el encuentro de los dos mares, y las legendarias Cuevas de Hércules, símbolo de fuerza y mito. Después del almuerzo, nos dirigiremos hacia las montañas del Rif, donde el paisaje cambia radicalmente. Llegaremos a Chefchaouen, la “ciudad azul”, enclavada entre montañas y famosa por sus casas pintadas de color celeste. Aquí el tiempo se detiene: las calles estrechas, las fuentes, los gatos que duermen en las escaleras y el olor a pan recién hecho crean un ambiente mágico.
Cena libre y noche en riad tradicional en Chefchaouen.

Tras un desayuno relajado con vistas a las montañas, saldremos hacia Volubilis, la antigua ciudad romana mejor conservada de Marruecos. Caminar entre sus ruinas, mosaicos y columnas te transportará a otra época, cuando el Imperio Romano florecía en el norte de África.
A continuación, visitaremos Meknes, una de las cuatro ciudades imperiales, fundada por el sultán Moulay Ismail en el siglo XVII. Su monumental Puerta Bab Mansour, las murallas y las caballerizas reales muestran la grandeza de su pasado.
Finalmente, llegaremos a Fez, la ciudad espiritual y cultural más antigua del país, famosa por su medina medieval intacta. Cena libre y noche en Fez.

Fez es un museo viviente, una ciudad donde el pasado sigue latiendo en cada callejón. Después del desayuno, comenzarás una visita guiada con un guía local experto. Explorarás la medina de Fez el-Bali, un laberinto de más de 9.000 callejones, donde el sonido de los martillos, los olores a cuero y las voces de los comerciantes llenan el aire.
Visitarás la Medersa Bou Inania, la Universidad Al Quaraouiyine, considerada una de las más antiguas del mundo, y las curtidurías de Chouara, donde los tintes naturales colorean las pieles como en siglos pasados. Pasearás por el zoco de los artesanos, donde se elaboran lámparas, cerámicas y tejidos a mano. Al final del día, podrás disfrutar del atardecer desde una terraza panorámica sobre la medina, con un té a la menta y el sonido lejano del adhan (llamado a la oración). Noche en riad en Fez.

Hoy comienza la travesía hacia el sur. Dejaremos atrás el verde del norte para adentrarnos en los paisajes áridos del desierto. Atravesaremos Ifrane, conocida como “la Suiza de Marruecos” por su arquitectura alpina, y continuaremos hacia Azrou, un encantador pueblo bereber rodeado de bosques de cedros, hogar de los monos del Atlas.
El viaje sigue hacia Midelt, donde almorzaremos al pie de las montañas, antes de descender al valle del Ziz, un oasis infinito de palmeras que anuncia la cercanía del Sahara. Finalmente llegaremos a Merzouga, a las puertas del desierto. Aquí te esperan los dromedarios para iniciar un inolvidable paseo entre las dunas de Erg Chebbi mientras el sol se pone lentamente, tiñendo el cielo de tonos dorados y rosados.
Cena tradicional bereber y noche bajo las estrellas en un campamento nómada del desierto.

Despertar en el desierto es una de las experiencias más intensas del viaje. Ver el amanecer sobre las dunas, en silencio absoluto, es un momento de pura magia. Después del desayuno, recorreremos en 4×4 los alrededores de Merzouga para descubrir la vida del desierto. Visitaremos una familia nómada que habita en tiendas tradicionales y el pueblo de Khamlia, famoso por su música gnawa de raíces africanas.
Más tarde, nos dirigiremos a Rissani, donde se celebra un mercado tradicional que conserva la esencia del Marruecos auténtico. Entre especias, dátiles y animales, el zoco es una explosión de colores y vida. Regreso a Merzouga para descansar y disfrutar del atardecer. Cena y noche en riad.

Después del desayuno, dejaremos el desierto y seguiremos hacia las impresionantes Gargantas del Todra, un desfiladero de roca roja de más de 300 metros de altura. El sonido del río y las paredes verticales crean un ambiente sereno, ideal para caminar o tomar fotografías.
Continuaremos hacia el Valle del Dades, también conocido como el “Valle de las Mil Kasbahs”, por la gran cantidad de fortalezas de adobe que bordean el río. Los paisajes cambian constantemente: montañas rojizas, oasis verdes, aldeas bereberes y formaciones rocosas únicas como los “Dedos de los Monos”. Cena y noche en un hotel panorámico en Dades.

Tras el desayuno, seguiremos la ruta hacia Ouarzazate, atravesando el oasis de Skoura, un lugar mágico lleno de palmerales y kasbahs olvidadas. Llegaremos a Ouarzazate, conocida como la “Puerta del Desierto” y famosa por sus estudios de cine, donde se rodaron películas como Gladiator y La Momia.
A pocos kilómetros se encuentra el legendario Ksar de Ait Ben Haddou, un conjunto fortificado declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO. Caminar por sus callejones de barro y piedra es como retroceder varios siglos en el tiempo. Cena y noche frente a la kasbah, en un entorno de pura historia.

Después del desayuno, continuaremos por una carretera secundaria entre montañas, visitando la Kasbah de Telouet, antigua residencia del pachá El Glaoui, donde aún se conservan magníficos mosaicos y techos de madera tallada.
Luego cruzaremos el Alto Atlas por el paso de Tizi n’Tichka (2.260 m), disfrutando de paisajes de montañas, valles y pueblos bereberes suspendidos entre los picos. Llegada a Marrakech por la tarde, donde el ritmo cambia: la energía, los colores y los sonidos envuelven la ciudad roja. Cena libre y noche en riad.

Hoy dedicaremos el día a descubrir los tesoros de Marrakech, una de las ciudades más cautivadoras del mundo. Con un guía local, visitarás la Mezquita Koutoubia, el Palacio Bahía, las Tumbas Saadíes y los coloridos zocos llenos de vida.
Por la tarde, disfrutarás del ambiente mágico de la Plaza Jemaa el-Fna, donde músicos, narradores, acróbatas y vendedores crean un espectáculo único cada noche. Desde una terraza, podrás saborear un té de menta mientras el sol se oculta tras la ciudad roja. Noche en Marrakech.

Día libre para explorar Marrakech por tu cuenta o realizar una excursión al Valle de Ourika, situado en las montañas del Atlas. Allí descubrirás aldeas bereberes tradicionales, terrazas agrícolas, y cascadas naturales rodeadas de vegetación.
 Noche en Marrakech.

Después del desayuno, partiremos hacia la costa atlántica hasta llegar a la encantadora ciudad de Essaouira, Patrimonio Mundial de la UNESCO. Conocida como la “perla del Atlántico”, Essaouira combina historia, arte y mar.
Sus calles encaladas, sus murallas portuguesas, su puerto pesquero lleno de vida y su playa infinita crean una atmósfera relajada y luminosa. Podrás degustar mariscos frescos, recorrer los talleres de artesanos y sentir la brisa marina. Cena libre y noche en Essaouira.

Desayuno tranquilo frente al mar. Luego regresaremos hacia Casablanca bordeando la costa atlántica. Haremos una parada en El Jadida, antigua ciudad portuguesa donde se conserva la espectacular Cisterna subterránea y las murallas fortificadas.
Llegada a Casablanca al final de la tarde. Traslado al aeropuerto o al hotel, y fin de nuestros servicios. Te despedirás de Marruecos con el corazón lleno de recuerdos, colores, aromas y sonrisas.